Las 50 sombras mas oscuras
Escrito por: Melisa Santana Romero
Los tres títulos de la trilogía de 50 sombras de Grey escrito por la autora E.L. James, se a convertido en todo un fenómeno literario, ha roto tabús al hablar de una práctica sexual desconocida por la mayoría de los lectores , la mezcla explosiva de sexo salvaje y ternura, y sobre todo un final feliz pues es un mundo de 'bondage', de ataduras y sumisión tras leerlo, ha arrasado y se ha convertido en un fenómeno social.
Y es que el protagonista de esta historia Christian Grey es un hombre de 27 años, atractivo, seductor, rico muy rico, dueño de todo un imperio, ha ganado todo lo que tiene con su esfuerzo y su trabajo, nadie le ha regalado nada. Tiene un pasado muy oscuro y que no lo muestra a nadie, sufrió un trama muy fuerte de pequeño y eso ha echo que su carácter y su forma de ser, se vea moldeada hasta lo que es a día de hoy, despierta pasiones.... a favor y en contra.
Creo que el éxito que está cosechando se debe principalmente a que retrata la fantasía de la mayoría de mujeres de nuestra sociedad, es la de un estereotipo de hombre ideal: un macho que nos proteja, nos compre ropa, que sea dominante, pero sobre todo lo más importante alguien que va a cambiar por nosotras, por amor y esto ha sido por que la sociedad nos a impuesto que al encontrar a un príncipe azul seremos felicies por siempre . Las mujeres se sienten identificadas con la protagonista Anastasia Steele una chica de veintitantos, universitaria, boba, insegura, tímida y sumisa pero que cuyo encanto del hombre multimillonario consigue transformar al varón distante e impenetrable.
El sexo masculino se ha mostrado en contra de esta trilogía pues consideran que perjudican seriamente los matrimonios actuales.
Los tres títulos de la trilogía de 50 sombras de Grey escrito por la autora E.L. James, se a convertido en todo un fenómeno literario, ha roto tabús al hablar de una práctica sexual desconocida por la mayoría de los lectores , la mezcla explosiva de sexo salvaje y ternura, y sobre todo un final feliz pues es un mundo de 'bondage', de ataduras y sumisión tras leerlo, ha arrasado y se ha convertido en un fenómeno social.
Y es que el protagonista de esta historia Christian Grey es un hombre de 27 años, atractivo, seductor, rico muy rico, dueño de todo un imperio, ha ganado todo lo que tiene con su esfuerzo y su trabajo, nadie le ha regalado nada. Tiene un pasado muy oscuro y que no lo muestra a nadie, sufrió un trama muy fuerte de pequeño y eso ha echo que su carácter y su forma de ser, se vea moldeada hasta lo que es a día de hoy, despierta pasiones.... a favor y en contra.
Creo que el éxito que está cosechando se debe principalmente a que retrata la fantasía de la mayoría de mujeres de nuestra sociedad, es la de un estereotipo de hombre ideal: un macho que nos proteja, nos compre ropa, que sea dominante, pero sobre todo lo más importante alguien que va a cambiar por nosotras, por amor y esto ha sido por que la sociedad nos a impuesto que al encontrar a un príncipe azul seremos felicies por siempre . Las mujeres se sienten identificadas con la protagonista Anastasia Steele una chica de veintitantos, universitaria, boba, insegura, tímida y sumisa pero que cuyo encanto del hombre multimillonario consigue transformar al varón distante e impenetrable.
El sexo masculino se ha mostrado en contra de esta trilogía pues consideran que perjudican seriamente los matrimonios actuales.
Crítica de la película Monster Inc
Escrito por: Karla Ivette Rosales Meneses
La película Monster Inc se basa en un monstruo llamado James P. Sollivan, y su trabajo es espantar a niños, porque con los gritos se almacena energía, y por accidente una pequeña entra a la ciudad de los monstruos.
Este filme rompe con el mito de que los monstruos son malos y no quieren a los niños, porque Sollivan con la ayuda de Mike Wazawsky cuidan a boo y la quieren regresar a su casa.
Sollivan se encariña con la niña, aquí se cumple con la función emotiva, porque el emisor pone sus sentimientos de por medio.
Como en toda novela o película, el modelo de Greimmas está presente con el rol de que siempre hay buenos y malos en el desarrollo de cualquier trama, en estecaso lis malos son Randal Boggs y su cómplice Warntnoose que querían robar muchos infantes para producir mas energía, y por lo tanto no querían regresar a boo.
En la película de pixar no se encuentra tan marcado algún estereotipos de príncipes guapos y bellas doncellas, pero si la imagen principal siempre va a luchar por
el bien y va tener bonitos sentimientos. Y el malo siempre va a ser maldoso y despiadado.
En lo que cabe a la industria cultural, las películas son creadas para los consumistas, para obtener algún fin lucrativo.
La película Monster Inc se basa en un monstruo llamado James P. Sollivan, y su trabajo es espantar a niños, porque con los gritos se almacena energía, y por accidente una pequeña entra a la ciudad de los monstruos.
Este filme rompe con el mito de que los monstruos son malos y no quieren a los niños, porque Sollivan con la ayuda de Mike Wazawsky cuidan a boo y la quieren regresar a su casa.
Sollivan se encariña con la niña, aquí se cumple con la función emotiva, porque el emisor pone sus sentimientos de por medio.
Como en toda novela o película, el modelo de Greimmas está presente con el rol de que siempre hay buenos y malos en el desarrollo de cualquier trama, en estecaso lis malos son Randal Boggs y su cómplice Warntnoose que querían robar muchos infantes para producir mas energía, y por lo tanto no querían regresar a boo.
En la película de pixar no se encuentra tan marcado algún estereotipos de príncipes guapos y bellas doncellas, pero si la imagen principal siempre va a luchar por
el bien y va tener bonitos sentimientos. Y el malo siempre va a ser maldoso y despiadado.
En lo que cabe a la industria cultural, las películas son creadas para los consumistas, para obtener algún fin lucrativo.
El Fenómeno de “Toe tappy”, Coca-cola Zero
Escrito por: Lorena Salas Ponce
En este comercial se nos muestra a la familia como un símbolo que todos relacionamos desde el nacimiento, una unidad que al quebrantarse nos trae sentimientos y acciones. Los padres pelean, usualmente lo hacen, en este caso los hijos se entristecen e incluso se hartan. La hermana menor que representa la delicadeza y la inocencia se siente sola, triste pero su hermano mayor (símbolo de experiencia y protección), procurará hacerla sentir mejor uniendo nuevamente a su familia.
Posteriormente, el chico comienza a bailar y este el elemento más importante de la trama en la que el comercial nos envuelve, una canción como elemento denotativo que nos crea una imagen en la mente: el famoso “paso de baile” del muchacho, siendo éste el factor vital de la esencia del comercial. El chico muestra el baile a sus amigos, lo graban, lo suben a la red, se difunde y a través de esta serie de pasos llega a ser un éxito.
Se propaga tan rápido que llega al punto de convertirse famoso. Un baile contagioso que aparentemente “lo puede todo”; el mensaje que el baile transmite es positivo, tanto que llega a tener una gran difusión y con ella la influencia que tiene sobre el resto de la sociedad. “Toe tappy”, como es conocido dicho baile, llega a televisión, el medio masivo más importante y el de excelencia para la sociedad mundial, lo que hace que el mensaje llegue incluso a los padres del muchacho, quienes al verlo reaccionan de manera positiva, cumpliendo este su objetivo.
La expectativa se hace presente, tanto en el muchacho y en su hermana, como en la sociedad a quienes logra llegar positivamente por medio de su baile. Una expectativa positiva, posible, pero como esa posibilidad que, “puede” convertirse en realidad. Inicialmente las personas a las que se les pega el baile, son jóvenes, puesto que ellos son más susceptibles.
Los colores de las escenas, concuerdan con los colores de la marca e incluso el producto, coca-cola tiende a combinar perfectamente el entorno con sus productos, por ejemplo: la habitación del chico, que es de color blanco con rojo y la alfombra es negra en comparación con la etiqueta de “coca-cola zero”, que tiene exactamente los mismos colores. Aquí los estereotipos no están definidos, como marca, coca-cola tiende a globalizar el contenido de su publicidad, ya que es una marca de renombre a nivel mundial.
De igual manera el lenguaje corporal del comercial nos lleva a analizar su discurso y con él sus figuras retóricas. En él se encuentran: comparación (en el momento en que se difunde el baile y llega a ser un fenómeno mundial, las personas comienzan a “intentar” copiar los pasos entre sí, para lograr una semejanza), en un momento dado (con la masificación) podríamos ver la hipérbole (al ofrecer una visión desproporcionada de una realidad, exagerándola), hay una intervención muy clara de una antítesis (contraponiendo dos ideas principales, al inicio los padres pelean, al final están felices y en paz) y la paradoja (con la unión de dos ideas contrapuestas).
Finalmente, el comercial utiliza un discurso publicitario o persuasivo, puesto que tiene la función de vender el producto. Para alcanzar dichos objetivos, debe resultar atractivo a sus receptores, llamar su atención, ser breve, dejar de lado toda aquella información sobre el producto que puedan perjudicar las ventas y resaltar dentro de su esencia (vender) un mensaje que tenga cierta relación directa con el público al que va dirigido.
Evolución a través de los años
Escrito por: Yureni Clementina Pérez Hernández
Es sorprendente como los medios de comunicación y la tecnología nos han invadido, ya el hombre no puede vivir incomunicado.
Recuerdo que a los 12 años yo estaba emocionada porque por fin mis papas me habían regalado un discman, tú comprabas los CD´s con la música que más te gustaba y los intercambiabas con tus compañeros de la escuela, si se acababa la pila andabas desesperado por conseguir pilas. Ni que decir de los celulares, en esos años la mayoría no tenía y los pocos que lo usaban se pasaban música o videos vía infrarrojo pero no tenían mucha capacidad de memoria, en la secundaria entre clase y clase todos los compañeros estábamos alrededor del que tenia celular viendo videos o escuchando música. En ese tiempo yo no conocía internet, en la secundaria llevábamos computación y guardábamos nuestros ejercicios y tareas en un diskette, apenas surgían las USB. Hice mi cuenta de correo a los 14 años y solo iba al café internet para chatear o andar leyendo las cadenas cómicas de los correos, no conocía las redes sociales hasta que hice mi cuenta en HI5 donde subías fotos, ambientabas tu muro con música y diseños padres, solo tus contactos te pasaban a escribir en tu muro.
Eso no tiene mucho, solo hace aproximadamente 8 años, pero de un momento a otro velozmente la tecnología ha evolucionado y no para de cesar, ahora para escuchar música tienes el uso práctico de un iPod, mp3 o mp4 donde tiene capacidad para miles de canciones, además de ser de diferentes tamaños y colores, sin necesidad de andar consiguiendo pilas, actualmente la mayoría de la gente ya cuenta con un celular que al poco de los años ha sido magnifico las múltiples funciones que va teniendo cada vez más y se va innovando día con día, ya nadie puede sobrevivir sin él, las redes sociales como: facebook, twitter y más que van surgiendo, son una nueva manera de interacción social, te ayuda a encontrar viejos amigos, en mi caso hasta amigos de la primaria donde nadie contaba con correo en esos años, y a conocer a todo tipo de gente.
Es tan impresionante ver como en pocos años surgen nuevas tendencias, vamos evolucionando a un paso que no te das cuenta.
Cómo paso con la radio que de un momento a otro pasamos a la televisión y hoy en día todas estas vanguardias con internet y las nuevas tecnologías que vayan surgiendo.
Pero todos los medios y la industria de quien crea todas estas tecnologías te hacen creer que es una necesidad y ya todos los seres humanos lo utilizamos como parte de nuestra vida.
Es sorprendente como los medios de comunicación y la tecnología nos han invadido, ya el hombre no puede vivir incomunicado.
Recuerdo que a los 12 años yo estaba emocionada porque por fin mis papas me habían regalado un discman, tú comprabas los CD´s con la música que más te gustaba y los intercambiabas con tus compañeros de la escuela, si se acababa la pila andabas desesperado por conseguir pilas. Ni que decir de los celulares, en esos años la mayoría no tenía y los pocos que lo usaban se pasaban música o videos vía infrarrojo pero no tenían mucha capacidad de memoria, en la secundaria entre clase y clase todos los compañeros estábamos alrededor del que tenia celular viendo videos o escuchando música. En ese tiempo yo no conocía internet, en la secundaria llevábamos computación y guardábamos nuestros ejercicios y tareas en un diskette, apenas surgían las USB. Hice mi cuenta de correo a los 14 años y solo iba al café internet para chatear o andar leyendo las cadenas cómicas de los correos, no conocía las redes sociales hasta que hice mi cuenta en HI5 donde subías fotos, ambientabas tu muro con música y diseños padres, solo tus contactos te pasaban a escribir en tu muro.
Eso no tiene mucho, solo hace aproximadamente 8 años, pero de un momento a otro velozmente la tecnología ha evolucionado y no para de cesar, ahora para escuchar música tienes el uso práctico de un iPod, mp3 o mp4 donde tiene capacidad para miles de canciones, además de ser de diferentes tamaños y colores, sin necesidad de andar consiguiendo pilas, actualmente la mayoría de la gente ya cuenta con un celular que al poco de los años ha sido magnifico las múltiples funciones que va teniendo cada vez más y se va innovando día con día, ya nadie puede sobrevivir sin él, las redes sociales como: facebook, twitter y más que van surgiendo, son una nueva manera de interacción social, te ayuda a encontrar viejos amigos, en mi caso hasta amigos de la primaria donde nadie contaba con correo en esos años, y a conocer a todo tipo de gente.
Es tan impresionante ver como en pocos años surgen nuevas tendencias, vamos evolucionando a un paso que no te das cuenta.
Cómo paso con la radio que de un momento a otro pasamos a la televisión y hoy en día todas estas vanguardias con internet y las nuevas tecnologías que vayan surgiendo.
Pero todos los medios y la industria de quien crea todas estas tecnologías te hacen creer que es una necesidad y ya todos los seres humanos lo utilizamos como parte de nuestra vida.
Del hombre unidimensional al hombre multidimensional
Escrito por: Sineli Juana Santos Cárdenas
Entrando de lleno con la teoría del materialismo dialéctico y el papel tan importante que cumple la industria cultural o cultura de masas en este contexto, podemos tomar como claro ejemplo de la oposición al sistema, el libro titulado El hombre unidimensional, mediante el cual, su autor Herbert Marcuse, una de las mentes más brillantes de la escuela de Frankfurt, se lanza con todo hacia el capitalismo, la decadencia del hombre con la tecnología, pero a la vez se queda estancado en sus propios prejuicios.
Para iniciar planteare la siguiente pregunta: ¿Qué hubiera pasado si la escuela de Entrando de lleno con la teoría del materialismo dialéctico y el papel tan importante que cumple la industria cultural o cultura de masas en este contexto, podemos tomar como claro ejemplo de la oposición al sistema, el libro titulado El hombre unidimensional, mediante el cual, su autor Herbert Marcuse, una de las mentes más brillantes de la escuela de Frankfurt, se lanza con todo hacia el capitalismo, la decadencia del hombre con la tecnología, pero a la vez se queda estancado en sus propios prejuicios.
Cuando Marcuse se dispuso a escribir el libro mencionado en el primer párrafo, manifestaba cierta inconformidad con el sistema capitalista, calificándolo como un mundo material, individual y simbólico, en el que destacaba la falta de conciencia del individuo como resultado de la tecnología. En su momento, contemplo los cambios sociales, políticos, económicos y tecnológicos que estaban sucediendo en esa segunda mitad del siglo XX.
Siendo realistas Marcuse adoptaba en esos momentos una posición apocalíptica, en la cual veía todas las cosas negativas que incluía la tecnología, y sobre todo, porque de acuerdo a sus postulados, solo la clase hegemónica la poseía. El individuo, atado a las necesidades artificiales, se convertía en el esclavo de un estereotipo ya prejuiciado. Pero ese estereotipo que mantenía de la sociedad opulenta dejo de serlo para darle vida a la sociedad no masiva, la cual está alejada completamente de los medios, la que se encuentre dentro del mismo mundo, pero incomunicada, la que sigue siendo estereotipada.
A pesar de la fuerte critica que realiza Marcuse al sistema, parece ser que se olvido por completo de dos situaciones, la primera, es como saber cuáles son las necesidades artificiales que tanto menciona, cuando dependiendo del tiempo y del espacio todo, absolutamente todo cambia, y puede ser que esa línea divisora entre lo real y lo ficticio sea más transparente o remarcada. Y la segunda, es que en su libro jamás toco el tema de la dialéctica como principio de la evolución ideológica, pues tanto fue su afán por catalogar y estereotipar a la sociedad en personas-objetos que dejo de lado el movimiento de lo que llama “masa”, llevando a una contradicción de la fama que tuvo su libro una década después, pues de no haber sido porque efectivamente las condiciones de la sociedad cambiaron y por tanto definió su posición, su obra jamás hubiera sido leída, ni fuera tan consultada de materias relacionadas con la política.
Si bien, Marcuse se encargo de hacer mención de lo que sería en ese momento la reproducción del sistema, pero también de su oposición a las propuestas de uno de los mejores teóricos que han realizado estudios sobre la “cultura de masas”, efectivamente, me refiero a Marshall McLuhan, quien se encarga de darle un nuevo sentido a los medios y al papel fundamental que juega el Internet en nuestros tiempos, algo que jamás conoció, pero que sabía que un medio totalizante y globalizador se aproximaría a nuestra era.
Si la escuela de Frankfurt se hubiera puesto a pensar de una manera más lógica, y hubiera creado un juicio certero de McLuhan, se habrían dado cuenta que al cambiar las condiciones del contexto, que al haber sociedades en movimiento, por ende van a cambiar sus hábitos y probablemente sus estilos de vida. Y no es que defienda a los medios o la industria cultural, o a la cultura de masas en este mundo tan comercializado, ni mucho menos que me declare abiertamente una teórica integrada, pero no podemos quedarnos estancados como Marcuse en un punto fijo, donde se aparentara que la situación seguirá igual, al contrario, y como bien lo recuerdo en mi clase de Teorías de la comunicación 1, no hay cosa absoluta, ni eterna, ni perfecta y por lo tanto no puede ser medida en la misma dirección.
La objetividad en estos casos es de suma importancia, aunque Marcuse no acudió a ella, pues la constante culpabilidad hacia la tecnología lo hizo pensar que esta era un agente en contra de la conciencia, pero no es realmente así, concuerdo con McLuhan, en que el papel fundamental de las nuevas tecnologías es de posibilidad, es decir, se vuelven parte de nuestro cuerpo y nos ayudan a desarrollar otras habilidades que van apareciendo con el tiempo, y por tanto no se quedan intactos.
Por tanto, si Marcuse hubiera realizado un criterio objetivo de las propuestas de McLuhan, su libro tendría dos posiciones del capitalismo, sería un hombre radical, hablaría de la tecnología como algo que está en constante cambio, entendería que el hombre, la sociedad, e inclusive el mundo entero es distinto de un día para otro, y que ese hombre que describe como unidimensional en realidad no lo es, que mas bien podría ser un hombre multidimensional, que puede ser medido, descrito, definido, conceptualizado y estereotipado en otras condiciones que nunca serán las mismas ni se repetirán.
En definitiva, una industria cultura, alimentada por la consumismo y por los intereses monetarios, no puede ser tan mala, pues te abre las ventanas de una sociedad en movimiento que se da cuenta de todo y que no solo es llevada por la masa.
se hubiera detenido a analizar las propuestas de Marshall McLuhan, acerca de un medio que sería capaz de globalizar los ya existentes?, seguramente la posición que se tenía hacia la tecnología hubiera sido distinta.
Cuando Marcuse se dispuso a escribir el libro mencionado en el primer párrafo, manifestaba cierta inconformidad con el sistema capitalista, calificándolo como un mundo material, individual y simbólico, en el que destacaba la falta de conciencia del individuo como resultado de la tecnología. En su momento, contemplo los cambios sociales, políticos, económicos y tecnológicos que estaban sucediendo en esa segunda mitad del siglo XX.
Siendo realistas Marcuse adoptaba en esos momentos una posición apocalíptica, en la cual veía todas las cosas negativas que incluía la tecnología, y sobre todo, porque de acuerdo a sus postulados, solo la clase hegemónica la poseía. El individuo, atado a las necesidades artificiales, se convertía en el esclavo de un estereotipo ya prejuiciado. Pero ese estereotipo que mantenía de la sociedad opulenta dejo de serlo para darle vida a la sociedad no masiva, la cual está alejada completamente de los medios, la que se encuentre dentro del mismo mundo, pero incomunicada, la que sigue siendo estereotipada.
A pesar de la fuerte critica que realiza Marcuse al sistema, parece ser que se olvido por completo de dos situaciones, la primera, es como saber cuáles son las necesidades artificiales que tanto menciona, cuando dependiendo del tiempo y del espacio todo, absolutamente todo cambia, y puede ser que esa línea divisora entre lo real y lo ficticio sea más transparente o remarcada. Y la segunda, es que en su libro jamás toco el tema de la dialéctica como principio de la evolución ideológica, pues tanto fue su afán por catalogar y estereotipar a la sociedad en personas-objetos que dejo de lado el movimiento de lo que llama “masa”, llevando a una contradicción de la fama que tuvo su libro una década después, pues de no haber sido porque efectivamente las condiciones de la sociedad cambiaron y por tanto definió su posición, su obra jamás hubiera sido leída, ni fuera tan consultada de materias relacionadas con la política.
Si bien, Marcuse se encargo de hacer mención de lo que sería en ese momento la reproducción del sistema, pero también de su oposición a las propuestas de uno de los mejores teóricos que han realizado estudios sobre la “cultura de masas”, efectivamente, me refiero a Marshall McLuhan, quien se encarga de darle un nuevo sentido a los medios y al papel fundamental que juega el internet en nuestros tiempos, algo que jamás conoció, pero que sabía que un medio totalizante y globalizador se aproximaría a nuestra era.
Si la escuela de Frankfurt se hubiera puesto a pensar de una manera más lógica, y hubiera creado un juicio certero de McLuhan, se habrían dado cuenta que al cambiar las condiciones del contexto, que al haber sociedades en movimiento, por ende van a cambiar sus hábitos y probablemente sus estilos de vida. Y no es que defienda a los medios o la industria cultural, o a la cultura de masas en este mundo tan comercializado, ni mucho menos que me declare abiertamente una teórica integrada, pero no podemos quedarnos estancados como Marcuse en un punto fijo, donde se aparentara que la situación seguirá igual, al contrario, y como bien lo recuerdo en mi clase de Teorías de la comunicación 1, no hay cosa absoluta, ni eterna, ni perfecta y por lo tanto no puede ser medida en la misma dirección.
La objetividad en estos casos es de suma importancia, aunque Marcuse no acudió a ella, pues la constante culpabilidad hacia la tecnología lo hizo pensar que esta era un agente en contra de la conciencia, pero no es realmente así, concuerdo con McLuhan, en que el papel fundamental de las nuevas tecnologías es de posibilidad, es decir, se vuelven parte de nuestro cuerpo y nos ayudan a desarrollar otras habilidades que van apareciendo con el tiempo, y por tanto no se quedan intactos.
Por tanto, si Marcuse hubiera realizado un criterio objetivo de las propuestas de McLuhan, su libro tendría dos posiciones del capitalismo, sería un hombre radical, hablaría de la tecnología como algo que está en constante cambio, entendería que el hombre, la sociedad, e inclusive el mundo entero es distinto de un día para otro, y que ese hombre que describe como unidimensional en realidad no lo es, que mas bien podría ser un hombre multidimensional, que puede ser medido, descrito, definido, conceptualizado y estereotipado en otras condiciones que nunca serán las mismas ni se repetirán.
En definitiva, una industria cultura, alimentada por la consumismo y por los intereses monetarios, no puede ser tan mala, pues te abre las ventanas de una sociedad en movimiento que se da cuenta de todo y que no sólo es llevada por la masa.
Entrando de lleno con la teoría del materialismo dialéctico y el papel tan importante que cumple la industria cultural o cultura de masas en este contexto, podemos tomar como claro ejemplo de la oposición al sistema, el libro titulado El hombre unidimensional, mediante el cual, su autor Herbert Marcuse, una de las mentes más brillantes de la escuela de Frankfurt, se lanza con todo hacia el capitalismo, la decadencia del hombre con la tecnología, pero a la vez se queda estancado en sus propios prejuicios.
Para iniciar planteare la siguiente pregunta: ¿Qué hubiera pasado si la escuela de Entrando de lleno con la teoría del materialismo dialéctico y el papel tan importante que cumple la industria cultural o cultura de masas en este contexto, podemos tomar como claro ejemplo de la oposición al sistema, el libro titulado El hombre unidimensional, mediante el cual, su autor Herbert Marcuse, una de las mentes más brillantes de la escuela de Frankfurt, se lanza con todo hacia el capitalismo, la decadencia del hombre con la tecnología, pero a la vez se queda estancado en sus propios prejuicios.
Cuando Marcuse se dispuso a escribir el libro mencionado en el primer párrafo, manifestaba cierta inconformidad con el sistema capitalista, calificándolo como un mundo material, individual y simbólico, en el que destacaba la falta de conciencia del individuo como resultado de la tecnología. En su momento, contemplo los cambios sociales, políticos, económicos y tecnológicos que estaban sucediendo en esa segunda mitad del siglo XX.
Siendo realistas Marcuse adoptaba en esos momentos una posición apocalíptica, en la cual veía todas las cosas negativas que incluía la tecnología, y sobre todo, porque de acuerdo a sus postulados, solo la clase hegemónica la poseía. El individuo, atado a las necesidades artificiales, se convertía en el esclavo de un estereotipo ya prejuiciado. Pero ese estereotipo que mantenía de la sociedad opulenta dejo de serlo para darle vida a la sociedad no masiva, la cual está alejada completamente de los medios, la que se encuentre dentro del mismo mundo, pero incomunicada, la que sigue siendo estereotipada.
A pesar de la fuerte critica que realiza Marcuse al sistema, parece ser que se olvido por completo de dos situaciones, la primera, es como saber cuáles son las necesidades artificiales que tanto menciona, cuando dependiendo del tiempo y del espacio todo, absolutamente todo cambia, y puede ser que esa línea divisora entre lo real y lo ficticio sea más transparente o remarcada. Y la segunda, es que en su libro jamás toco el tema de la dialéctica como principio de la evolución ideológica, pues tanto fue su afán por catalogar y estereotipar a la sociedad en personas-objetos que dejo de lado el movimiento de lo que llama “masa”, llevando a una contradicción de la fama que tuvo su libro una década después, pues de no haber sido porque efectivamente las condiciones de la sociedad cambiaron y por tanto definió su posición, su obra jamás hubiera sido leída, ni fuera tan consultada de materias relacionadas con la política.
Si bien, Marcuse se encargo de hacer mención de lo que sería en ese momento la reproducción del sistema, pero también de su oposición a las propuestas de uno de los mejores teóricos que han realizado estudios sobre la “cultura de masas”, efectivamente, me refiero a Marshall McLuhan, quien se encarga de darle un nuevo sentido a los medios y al papel fundamental que juega el Internet en nuestros tiempos, algo que jamás conoció, pero que sabía que un medio totalizante y globalizador se aproximaría a nuestra era.
Si la escuela de Frankfurt se hubiera puesto a pensar de una manera más lógica, y hubiera creado un juicio certero de McLuhan, se habrían dado cuenta que al cambiar las condiciones del contexto, que al haber sociedades en movimiento, por ende van a cambiar sus hábitos y probablemente sus estilos de vida. Y no es que defienda a los medios o la industria cultural, o a la cultura de masas en este mundo tan comercializado, ni mucho menos que me declare abiertamente una teórica integrada, pero no podemos quedarnos estancados como Marcuse en un punto fijo, donde se aparentara que la situación seguirá igual, al contrario, y como bien lo recuerdo en mi clase de Teorías de la comunicación 1, no hay cosa absoluta, ni eterna, ni perfecta y por lo tanto no puede ser medida en la misma dirección.
La objetividad en estos casos es de suma importancia, aunque Marcuse no acudió a ella, pues la constante culpabilidad hacia la tecnología lo hizo pensar que esta era un agente en contra de la conciencia, pero no es realmente así, concuerdo con McLuhan, en que el papel fundamental de las nuevas tecnologías es de posibilidad, es decir, se vuelven parte de nuestro cuerpo y nos ayudan a desarrollar otras habilidades que van apareciendo con el tiempo, y por tanto no se quedan intactos.
Por tanto, si Marcuse hubiera realizado un criterio objetivo de las propuestas de McLuhan, su libro tendría dos posiciones del capitalismo, sería un hombre radical, hablaría de la tecnología como algo que está en constante cambio, entendería que el hombre, la sociedad, e inclusive el mundo entero es distinto de un día para otro, y que ese hombre que describe como unidimensional en realidad no lo es, que mas bien podría ser un hombre multidimensional, que puede ser medido, descrito, definido, conceptualizado y estereotipado en otras condiciones que nunca serán las mismas ni se repetirán.
En definitiva, una industria cultura, alimentada por la consumismo y por los intereses monetarios, no puede ser tan mala, pues te abre las ventanas de una sociedad en movimiento que se da cuenta de todo y que no solo es llevada por la masa.
se hubiera detenido a analizar las propuestas de Marshall McLuhan, acerca de un medio que sería capaz de globalizar los ya existentes?, seguramente la posición que se tenía hacia la tecnología hubiera sido distinta.
Cuando Marcuse se dispuso a escribir el libro mencionado en el primer párrafo, manifestaba cierta inconformidad con el sistema capitalista, calificándolo como un mundo material, individual y simbólico, en el que destacaba la falta de conciencia del individuo como resultado de la tecnología. En su momento, contemplo los cambios sociales, políticos, económicos y tecnológicos que estaban sucediendo en esa segunda mitad del siglo XX.
Siendo realistas Marcuse adoptaba en esos momentos una posición apocalíptica, en la cual veía todas las cosas negativas que incluía la tecnología, y sobre todo, porque de acuerdo a sus postulados, solo la clase hegemónica la poseía. El individuo, atado a las necesidades artificiales, se convertía en el esclavo de un estereotipo ya prejuiciado. Pero ese estereotipo que mantenía de la sociedad opulenta dejo de serlo para darle vida a la sociedad no masiva, la cual está alejada completamente de los medios, la que se encuentre dentro del mismo mundo, pero incomunicada, la que sigue siendo estereotipada.
A pesar de la fuerte critica que realiza Marcuse al sistema, parece ser que se olvido por completo de dos situaciones, la primera, es como saber cuáles son las necesidades artificiales que tanto menciona, cuando dependiendo del tiempo y del espacio todo, absolutamente todo cambia, y puede ser que esa línea divisora entre lo real y lo ficticio sea más transparente o remarcada. Y la segunda, es que en su libro jamás toco el tema de la dialéctica como principio de la evolución ideológica, pues tanto fue su afán por catalogar y estereotipar a la sociedad en personas-objetos que dejo de lado el movimiento de lo que llama “masa”, llevando a una contradicción de la fama que tuvo su libro una década después, pues de no haber sido porque efectivamente las condiciones de la sociedad cambiaron y por tanto definió su posición, su obra jamás hubiera sido leída, ni fuera tan consultada de materias relacionadas con la política.
Si bien, Marcuse se encargo de hacer mención de lo que sería en ese momento la reproducción del sistema, pero también de su oposición a las propuestas de uno de los mejores teóricos que han realizado estudios sobre la “cultura de masas”, efectivamente, me refiero a Marshall McLuhan, quien se encarga de darle un nuevo sentido a los medios y al papel fundamental que juega el internet en nuestros tiempos, algo que jamás conoció, pero que sabía que un medio totalizante y globalizador se aproximaría a nuestra era.
Si la escuela de Frankfurt se hubiera puesto a pensar de una manera más lógica, y hubiera creado un juicio certero de McLuhan, se habrían dado cuenta que al cambiar las condiciones del contexto, que al haber sociedades en movimiento, por ende van a cambiar sus hábitos y probablemente sus estilos de vida. Y no es que defienda a los medios o la industria cultural, o a la cultura de masas en este mundo tan comercializado, ni mucho menos que me declare abiertamente una teórica integrada, pero no podemos quedarnos estancados como Marcuse en un punto fijo, donde se aparentara que la situación seguirá igual, al contrario, y como bien lo recuerdo en mi clase de Teorías de la comunicación 1, no hay cosa absoluta, ni eterna, ni perfecta y por lo tanto no puede ser medida en la misma dirección.
La objetividad en estos casos es de suma importancia, aunque Marcuse no acudió a ella, pues la constante culpabilidad hacia la tecnología lo hizo pensar que esta era un agente en contra de la conciencia, pero no es realmente así, concuerdo con McLuhan, en que el papel fundamental de las nuevas tecnologías es de posibilidad, es decir, se vuelven parte de nuestro cuerpo y nos ayudan a desarrollar otras habilidades que van apareciendo con el tiempo, y por tanto no se quedan intactos.
Por tanto, si Marcuse hubiera realizado un criterio objetivo de las propuestas de McLuhan, su libro tendría dos posiciones del capitalismo, sería un hombre radical, hablaría de la tecnología como algo que está en constante cambio, entendería que el hombre, la sociedad, e inclusive el mundo entero es distinto de un día para otro, y que ese hombre que describe como unidimensional en realidad no lo es, que mas bien podría ser un hombre multidimensional, que puede ser medido, descrito, definido, conceptualizado y estereotipado en otras condiciones que nunca serán las mismas ni se repetirán.
En definitiva, una industria cultura, alimentada por la consumismo y por los intereses monetarios, no puede ser tan mala, pues te abre las ventanas de una sociedad en movimiento que se da cuenta de todo y que no sólo es llevada por la masa.